El embalaje de mercancías peligrosas es un proceso a seguir con mucho cuidado, a pesar de que cuando al cliente le llegue el producto este solo vea una caja de cartón. Por ello, queremos tratar este tema del que tan poco se habla y que es obligatorio para toda mercancía peligrosa.
Mercancías peligrosas
Un producto peligroso es aquel artículo que pueda producir un riesgo importante para la salud, la seguridad y la propiedad del equipo que lo manipula, almacena o transporta. Así pues, todos los embalajes que contengan este tipo de artículos deben estar completamente revisados y homologados por un laboratorio oficial especialista en este tema antes de enviar el paquete.
El contenido de la caja de cartón debe pasar un duro y exhaustivo proceso para que reciba el visto bueno y pueda llegar hasta el cliente.
La legislación es la que determina cómo y en qué transporte pueden viajar las mercancías peligrosas. En el caso de que no se cumpla con la normativa vigente específica para el tipo de mercancía que se esté trabajando, hay un alto riesgo de que se ocasionen problemas en fronteras de todo el mundo. Esto puede ser más complicado de lo que parece, ya que podría acarrear desde multas enormes hasta acusaciones de atentados.
Clasificación
Este tipo de productos deben pasar unas pruebas y controles en laboratorios independientes a la empresa que los manda antes de enviar cada paquete. Finalmente, estos últimos deben ser certificados por el Gobierno Español.
Pero antes de eso debes tener en cuenta que no todos los productos peligrosos son iguales y que, dependiendo del artículo con el que se trabaje, serán necesarias unas medidas de seguridad u otras. Esto lleva a la clasificación de los productos peligrosos en tres grandes grupos atendiendo al nivel de riesgo.
El primero es el grupo I o grupo X, el de las materias muy peligrosas. Después tenemos el grupo II o grupo Y, que es el de las materias medianamente peligrosas, y por último el grupo III o grupo Z, que es el de los componentes de peligrosidad menor.
Aparte de esta clasificación, la ADR (Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por carretera) establece 13 categorías según el tipo de producto.
Clase 1. Materiales y objetos explosivos.
Clase 2. Gases.
Clase 3. Líquidos inflamables.
Clase 4.1 Materiales sólidos inflamables, materias autorreactivas y materias explosivas desensibilizadas sólidas.
Clase 4.2 Materias que pueden experimentar inflamación espontánea.
Clase 4.3 Materias que en contacto con el agua desprenden gases inflamables.
Clase 5.1 Materias comburentes.
Clase 5.2 Peróxidos orgánicos.
Clase 6.1 Materias tóxicas.
Clase 6.2 Materias infecciosas.
Clase 7 Materias radiactivas.
Clase 8 Materias corrosivas.
Clase 9 Materias y objetos peligrosos diversos.
Caja de cartón y etiquetado
Por fuera del embalaje puedes distinguir una referencia al tipo de envase (por ejemplo las cajas 4G o cajas 4GV). En ella se ven las características del producto, el peso, el estado de la materia, el año de clasificación y algunos datos más. Toda esta información debe aparecer dentro de la contraseña de homologación.
Además, en el exterior debe figurar el número ONU. Este número identifica la materia a partir de 4 dígitos y vincula el producto a su clase, etiqueta correspondiente e identificador de peligro. Por otra parte, las cajas homologadas deben contar con una marca de manipulación que indique la orientación del envase.
Para finalizar, la normativa establece un código de comunicación internacional que permite conocer el producto transportado, teniendo cada embalaje su distintivo característico.
Como conclusión, queremos destacar que, a pesar de que solo veas una caja de carton, el embalado de las mercancías peligrosas es muy importante y se debe hacer siguiendo la normativa de forma estricta.