La cinta de embalar es uno de los materiales adhesivos que más usamos las empresas en el día a día de nuestra actividad. Cerrar cajas, arreglar hojas rotas, realizar marcas, etc. Por este gran uso, nos hemos preguntado: ¿por qué esta cinta adhesiva se llama así? En esta entrada te vamos a responder el origen de la cinta de este tipo, además de algunas curiosidades importantes.

¿Por qué se llama cinta de embalar?
Para entender por qué llamamos así a esta cinta tenemos que echar la vista atrás, más concretamente al año 1930. En este año y tras las mejoras producidas en el papel celofán, las empresas alimenticias se interesaron por esta cinta: ofrecía a las empresas la forma de que vieran el producto antes de realizar la compra.
Es necesario añadir que el celofán permitía a casi todos los alimentos mantenerse con frescura, pero, en estos casos, el cierre siempre era un problema. Con ello, una gran empresa de Estados Unidos inventó lo que hoy en día se conoce como cinta adhesiva.
Como anécdota, un potencial comprador en aquel momento rechazó el producto por contar con adhesivos únicamente en los laterales y lo llamó "scotch", que significa escocés, usado peyorativamente como tacaño. No obstante, otras de las razones por las que se llama así llega porque esta cinta logra embalar cualquier producto.
La historia de la cinta de embalar
Para 'sumergirnos' más en la historia de creación de este importante producto, debemos hablarte de Dick Richard Drew, un joven que trabajaba como auxiliar en un laboratorio de la empresa estadounidense 3M. Este empleado se encontraba trabajando en un importante proyecto, el cual permitía a empleados de los fabricantes de coches que pudieran pintar con comodidad los vehículos.
Debemos destacar que en esta época la gente llegaba a alegrarse cuando veía un coche de dos colores, pero esto suponía un gran reto para las grandes empresas automovilísticas mundiales.
Las curiosidades de esta cinta
Te hemos explicado el origen de la cinta y por qué se llama así, pero también te contamos algunas curiosidades de gran interés sobre este material, que seguro que no conocías y que te sorprenderán.
En primer lugar, la cinta fue pensada para ser distribuida en bibliotecas o bancos, puesto que servía para el arreglo de billetes y libros. Pasado un tiempo, los creadores se dieron cuenta de que servía para otras muchas cosas: para la fijación de cartelería, encuadernaciones o para realizar manualidades. A partir de diferentes aplicaciones que se le daba a la cinta, se decidió comercializarla al público general.
Por otro lado, durante la Segunda Guerra Mundial la fabricación de esta cinta estaba encaminada a la guerra. Así, se podía sellar y etiquetar algunos suministros para el ejército.
Comentar también que, si no hubiese sido por esta cinta, el vídeo o música (con sus avances posteriores) como hoy lo entendemos no sería posible: los cassette estaban enrollados gracias a esta cinta.
Por último, durante la Gran Depresión esta cinta se usó con la única finalidad de prolongar la vida útil de artículos de hogar. La empresa que las elaboraba logró ser bastante rentable desde entonces en Estados Unidos, a pesar del mal momento que vivía la economía al otro lado del Atlántico.
La cinta de embalar, que hoy todas las empresas usan a diario tiene, además de las curiosidades comentadas, origen en Dick Richard, empleado de una gran multinacional de Estados Unidos. En la actualidad, todas las empresas usamos este material para arreglar un desperfecto, marcar diferentes zonas a pintar o cerrar paquetería para realizar envíos de productos. Si alguna vez te habías preguntado su origen, ya lo conoces gracias a esta entrada.